Atendiendo a un comentario que me han hecho mientras remodelaba el aspecto del blog, voy a hablar un poco sobre cómo ganar dinero en internet. O mejor dicho, cómo no ganar dinero y, en el peor de los casos, ser estafado por gilipollas.
-Todos llevamos un gilipollas dentro en cuestión de dinero o sexo-
Los timos y estafas, aunque los niños más jóvenes no lo sepan, existieron mucho antes de que existiera internet, incluso antes de los Amstrad. En España, lo tradicional, algo apegado a nuestro rico y amplio folklore, era o el
tocomocho o
el timo de la estampita. Según San Wikipedia:
El timo de la estampita es una estafa tradicional, en la cual la víctima es abordada por un estafador con supuestas escasas facultades mentales (el tonto). El tonto lleva consigo un sobre lleno de billetes, a los que no da ninguna importancia, tratándolos como estampitas. Entonces entra en escena un segundo timador (el listo), que convence a la víctima para que juntos engañen al tonto ofreciéndole una pequeña cantidad de dinero por sus estampitas. Después de entregar el dinero, la víctima recibe el sobre, pero cuando lo abre, en lugar de encontrarse los billetes, encuentra recortes de papel, ya que han hecho el cambiazo de forma imperceptible para la víctima (requiere de una cierta habilidad). Para ese momento, los estafadores ya están demsiado lejos, y la víctima ha perdido su dinero.
El tocomocho es una estafa tradicional, en la cual la víctima es abordada por un estafador que afirma tener un boleto de lotería premiado, y que por alguna razón él no puede cobrar. El estafador ofrece a la víctima venderle el boleto por bastante menos dinero del que corresponde al premio. En ese momento entra en escena un segundo estafador, que por algún método (un periódico, por ejemplo) confirma la veracidad del premio del boleto. Cuando la víctima, tras haber pagado el boleto, intenta cobrarlo, se encuentra que este es falso.
Segun la Real Academia Española, la expresión tocomocho es una aliteración de la expresión tocó mucho.
Hoy en día, cualquiera pensaría "
¡Vaya gilipollez! ¡Hay que ser imbecil!". Pues si, hay que serlo... Pero como bien sabemos, a través de la sabiduría ZEN, es que si hay listos es porque hay imbéciles. Son las dos Españas, aquellas de las que os han hablado tanto: la de los timados y la de los timadores. Aquella confrontación terminó en una Picaresca Civil que enfrentó a hermanos, pero eso es otra historia.
Con Internet, los pícaros y estafadores se renuevan, surge para ellos (como para todos los negocios) un enorme abanico de posibilidades de "negocio". Los hay sutiles y los hay
descaraos...
La cadena del dinero es uno de esas trampas tontas, tan tontas, que algunos caen porque creen que es tan evidente que ningún estafador puede ser tan descarado. ¿Y qué cojones es la estampita? Normalmente la propuesta te llega a modo de email, aunque también plagaron en los foros antiguos melody e hispavista. Es sistema es
sencillo: te dicen que existe una cadena mundial del dinero, donde un email circula en un ciclo infinito con 5 direcciones que van cambiando. El que recibe el email, debe mandar una pequeña suma de dinero (1 dollar por ejemplo) a esos cinco, y pasar otra vez el email, esta vez con su dirección y... ¡En pocos días recibías en tu casa miles de cartas de otras personas con dóllares! Todo ello aderezado con acento sudamericano, alternancia de frases en minúscula y otras en mayúscula para mayor frenesí e incluso testimonios de Oswaldos y Sigredos dando gracias a este SUPER sistema.
Seguro que aquellos que han caido en esto pensaron que era un jodido timo. Pero como es poco dinero, como podría ser... La esperanza del dinero. ¡IMBÉCILES! Si es que está cantado.
De todas formas si queréis probarlo, mandadme un email a
sanprecario[=]mail.com y os mando 5 direcciones donde enviar dinero.
Oswaldo os lo agradecerá.
Lo gracioso es que ahora en vez de sobres, es con el
Paypal... Por muy ridículo que nos parezca, si hay tantos emails es porque han caido algunos. En la lamentable situación que estoy, no creais que no se me pasó por la cabeza abrir yo mismo mi cadena del dinero, con mis propios testimonios sudamericanos al uso, siguiendo la ortodoxia de la carta magna del dinero.
He retirado lo de publicidad por emails, siguiendo el consejo del lector. Las habichuelas, se ganan trabajando me dirán ¡Pero es que yo no quiero trabajar! Ni en mis tres trabajos ni en ninguno.
Encontraré la manera, lo juro. Y si queréis, seréis testigos.