Una vez se han marchado los dos reyes magos, porque el negro seguro que ha pedido los putos papeles para quedarse como tantos amigos suyos, haciendo que descienda nuestros sueldos -ya que en un mercado libre el aumento de la demanda congela o dismuye la oferta- así como nuestra calidad de vida, han empezado las rebajas.
Esas rebajas han llegado incluso al mercado de mi barrio, y he aprovechado para pasearme por ahí, para distraerme y ver a las marujas gordas que salen a la calle con pantuflas como pierden su mísera pensión en comprar juguetes de mierda que sus hijos aborrecerán.
En una de las tiendas vendían telas, y te explicaban que contra más tela comprases, el metro te salía más barato. Es decir, cada metro de tela constaba 10e, y por cada metro más que comprases te rebajana 1e cada metro. Pensé "estos son gilipollas"... Y al preguntar si existía alguna restricción en la oferta -legalmente si no la hay, deben acatarla- y me dijeron que NO. Volví a preguntar, haciendo incapié en que ellos estaban legalmente obligados a explicar cualquier asterisco o variable de la oferta, y volvieron a decirme que NO.
Así que cogí 20 metros de tela y les dije que no les pagaba nada. Se quedaron con cara de póker, porque me conocen y saben que no soy un gilipollas (o a lo mejor están confundidos y lo soy). Les dije que calculase... 20 por la regla de 1€ por cada metro es igual a 0, y suerte tienen de que no coja más y acaben pagándome. Los pobres con tal de no discutir, con el lio que tenían, acabaron por acceder y rápidamente cambiaron el letrero.
lunes, 8 de enero de 2007
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2 comentarios:
racista, cerdo
No hombre: el incremento de la demanda de un bien nunca congela o disminuye la oferta, sino al revés. Lo que sí hace, si la oferta es inelástica, es aumentar los precios. Pero esto, me dirás, no funciona con la demanda de trabajo. A más demandantes, los sueldos bajan. Claro: ¿quién ha dicho que el trabajo fuera un bien?
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